"No es no
Y hay una sola manera de decirlo:
No.
Sin admiración ni interrogantes, ni puntos suspensivos.
No, se dice de una sola manera.
Es corto, rápido, monocorde, sobrio
y escueto.
No. Se dice de una sola vez,
No.
Con la misma entonación,
No.
Como un disco rayado,
No.
Un No que necesita de una larga caminata o una reflexión en el jardín no es No.
Un No que necesita de explicaciones y justificaciones, no es No
No, tiene la brevedad de un segundo.
Es un No para el otro porque ya lo fue para uno mismo.
No es No, aquí y muy lejos de aquí.
No, no deja puertas abierta ni entrampa con esperanzas, ni puede dejar de ser No, aunque el otro y el mundo se pongan patas arriba.
No, es el ultimo acto de dignidad.
No, es el fin de un libro, sin más capítulos ni partes.
No, no se dice por carta, ni se dice con silencios, ni en voz baja, ni gritando, ni con la cabeza gacha, ni mirando hacia otro lado, ni con símbolos revueltos, ni con pena; y menos aun con satisfacción.
No, es No porque no.
Cuando el No es No, se mirará a los ojos y el No se descolgará naturalmente de los labios.
La voz del No no es trémula, ni vacilante, ni agresiva y no deja duda alguna.
Ese No, no es una negación del pasado; es una corrección del futuro.
Y solo quien sabe decir No puede decir Si".
Tomado de Ararú. Revista para padres con necesidades especiales, núm. 16. México, Noviembre de 1996
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