Tomo un taxi a pocos minutos de las 7.
La hora señalada dice las 7:30pm y tengo altas expectativas de saber que este festival tan importante en mi ciudad natal, será puntual al mejor estilo de Gales, ciudad principal del HAY FESTIVAL.
He venido sola pues al escoger la lista de eventos a los que asistiría, egoísta me he dejado llevar por mis mas puros intereses. Salvo por un regalo para mi marido con su apetecida salsa del Buena Vista Social Club y un concierto de Jazz en Piano para mi talentosa hija, apasionada por este instrumento.
Me costó un poco de trabajo encontrar la vestimenta apropiada, soy de aquí pero se ven tantos contrastes como siempre a diferentes horas del día en la ciudad. El nombre gala decide mi atuendo y sin pensarlo mas, apuro mis pasos pues llevo ansiosa varias horas dando vueltas por la ciudad a la espera de boletas libres y claro las ansias de respirar este airesito que tiene el centro y el ambiente que ya le ha puesto la gente.
Al llegar, el taxista logra aterrizarme en la realidad, "doña, ya a esta hora son $6.000 y ojala tenga sencillo porque no tengo vuelto"...
Yo venia extasiada puesto que ya faltaban pocos minutos para este evento que espero con ansias desde hace varias semanas.
Sin saber que hacer o a donde mirar y entre la emoción busco caras conocidas que no aparecen. Sorprendente esto es algo que nunca sucede en mi pequeña ciudad. Pasan unos minutos y abren las puertas del teatro Adolfo Mejia, aunque todavía lo llamen Teatro Heredia. La gente se organiza y empieza a caminar, todos parecen saber para donde van y rápidamente se organizan. Ahora estoy segura que casi todos están tan felices y emocionados como yo. Arranca con un moderador que no conozco, realmente a ninguno de los que están allí conozco, pero no hace falta, la poesía me resulta tan fascinante y diversa que sentiré placer al escucharla. Guido Tamayo hace una breve presentación con los datos exactos para captar la atención de los que aun no saben que hacen aquí.
Uno a uno con su estilo a declamar, y la noche se vuelve dulce, talentosa y yo saboreo el placer de estar aquí ahora. El primero Andres Neuman, un argentino con una manera de escribir deliciosa, inocente, sentimental, con un toque de sencillez y serenidad que seduce a todos y calma la euforia de quienes como yo estamos empezando el festival. Le sigue Sandra Lorenzano, con su voz ya la mitad de sus sentimientos están dichos: fuertes, claros, reales, un poco crudos pero bien cocinados a la hora de probarlos... Un derroche de seguridad que encaja como el ying yang con las poesías anteriores, como en un juego de antónimos.
El micrófono pasea y vienen unas en inglés británico de Siria, Khaled Khalifa con aventuras, viajes y los sabores que probamos en los sitios, una historia de manzanas pone la nota romántica y melancólica de la noche. Y sigue pasando la gala por el escenario, ahora el turno para un español, Augustin Fernandez Mallo, con una chispa pícara, evidencia una mente inteligente y ágil, ágil e inteligente y unas frases frescas y locas atrapan la atención. Ahora el turno para Alberto Barrera Tyszka, un venezolano que parece tener larga trayectoria en nuestro país, le pone el punto mas exigente a lo que no era, pero acaba de convertirse en una competencia, una pieza literaria cuidadosamente escrita en fondo y en forma: interesante, pícara, triste, violenta; y recuerdo mi mezcla de sensaciones, las he sentido todas en estas 4 poesías..
Sigue otra cuota femenina y el turno es para Joumana Haddad del Libano, se roba los mayores aplausos con una poesía desnuda de su propia vida. Quien quiera que siga parece que la tendrá difícil y entonces una sorpresa que se presenta a si mismo como alguien que no sabe que hace allí, mas preparado en estudios que todos los demás, Miguel Syjuco de Filipinas, quien desde su llegada parece estar mas encantado que yo, cuenta un chiste bien redactado y delicadamente elaborado, que termina siendo de color verde, tras el emotivo y erótico momento anterior, arranca carcajadas de la audiencia que ha logrado entender su bien logrado chiste en inglés.
Los minutos han volado, cambio mi posición de sentado y pienso que definitivamente ha valido la pena estar allí. Estoy tan feliz que no quiero que se acabe, quisiera decirles a todos que se alisten que empezaremos otra vez con nuevas poesías.
Sigue un mejicano, su cara de trascendencia y actitud, todo este tiempo han parecido que sera la poesía mas seria de la noche. En estructura tal vez, pero su historia de la administración parecía ir al cielo y ha llegado a una sala de juntas, el desvío sorpresivo engancha con la audiencia y abre paso ancho a los representantes de Colombia: Hugo Chaparro con hermosas y delicadas estrofas que en el acento de siempre me parecen menos sonoras, y finalmente William Ospina que vuelve a poner lo crudo sobre el tapete, y aparece otro desnudo en la gala.
Se acaba la gala, las expectativas de todos están cubiertas. Una noche deliciosa, una hora mágica, un recuerdo para guardar para siempre en mi memoria y la promesa de no abandonar nunca este género que hace vibrar todo tipo de sentimientos en mi.
La hora señalada dice las 7:30pm y tengo altas expectativas de saber que este festival tan importante en mi ciudad natal, será puntual al mejor estilo de Gales, ciudad principal del HAY FESTIVAL.
He venido sola pues al escoger la lista de eventos a los que asistiría, egoísta me he dejado llevar por mis mas puros intereses. Salvo por un regalo para mi marido con su apetecida salsa del Buena Vista Social Club y un concierto de Jazz en Piano para mi talentosa hija, apasionada por este instrumento.
Me costó un poco de trabajo encontrar la vestimenta apropiada, soy de aquí pero se ven tantos contrastes como siempre a diferentes horas del día en la ciudad. El nombre gala decide mi atuendo y sin pensarlo mas, apuro mis pasos pues llevo ansiosa varias horas dando vueltas por la ciudad a la espera de boletas libres y claro las ansias de respirar este airesito que tiene el centro y el ambiente que ya le ha puesto la gente.
Al llegar, el taxista logra aterrizarme en la realidad, "doña, ya a esta hora son $6.000 y ojala tenga sencillo porque no tengo vuelto"...
Yo venia extasiada puesto que ya faltaban pocos minutos para este evento que espero con ansias desde hace varias semanas.
Sin saber que hacer o a donde mirar y entre la emoción busco caras conocidas que no aparecen. Sorprendente esto es algo que nunca sucede en mi pequeña ciudad. Pasan unos minutos y abren las puertas del teatro Adolfo Mejia, aunque todavía lo llamen Teatro Heredia. La gente se organiza y empieza a caminar, todos parecen saber para donde van y rápidamente se organizan. Ahora estoy segura que casi todos están tan felices y emocionados como yo. Arranca con un moderador que no conozco, realmente a ninguno de los que están allí conozco, pero no hace falta, la poesía me resulta tan fascinante y diversa que sentiré placer al escucharla. Guido Tamayo hace una breve presentación con los datos exactos para captar la atención de los que aun no saben que hacen aquí.
Uno a uno con su estilo a declamar, y la noche se vuelve dulce, talentosa y yo saboreo el placer de estar aquí ahora. El primero Andres Neuman, un argentino con una manera de escribir deliciosa, inocente, sentimental, con un toque de sencillez y serenidad que seduce a todos y calma la euforia de quienes como yo estamos empezando el festival. Le sigue Sandra Lorenzano, con su voz ya la mitad de sus sentimientos están dichos: fuertes, claros, reales, un poco crudos pero bien cocinados a la hora de probarlos... Un derroche de seguridad que encaja como el ying yang con las poesías anteriores, como en un juego de antónimos.
El micrófono pasea y vienen unas en inglés británico de Siria, Khaled Khalifa con aventuras, viajes y los sabores que probamos en los sitios, una historia de manzanas pone la nota romántica y melancólica de la noche. Y sigue pasando la gala por el escenario, ahora el turno para un español, Augustin Fernandez Mallo, con una chispa pícara, evidencia una mente inteligente y ágil, ágil e inteligente y unas frases frescas y locas atrapan la atención. Ahora el turno para Alberto Barrera Tyszka, un venezolano que parece tener larga trayectoria en nuestro país, le pone el punto mas exigente a lo que no era, pero acaba de convertirse en una competencia, una pieza literaria cuidadosamente escrita en fondo y en forma: interesante, pícara, triste, violenta; y recuerdo mi mezcla de sensaciones, las he sentido todas en estas 4 poesías..
Sigue otra cuota femenina y el turno es para Joumana Haddad del Libano, se roba los mayores aplausos con una poesía desnuda de su propia vida. Quien quiera que siga parece que la tendrá difícil y entonces una sorpresa que se presenta a si mismo como alguien que no sabe que hace allí, mas preparado en estudios que todos los demás, Miguel Syjuco de Filipinas, quien desde su llegada parece estar mas encantado que yo, cuenta un chiste bien redactado y delicadamente elaborado, que termina siendo de color verde, tras el emotivo y erótico momento anterior, arranca carcajadas de la audiencia que ha logrado entender su bien logrado chiste en inglés.
Los minutos han volado, cambio mi posición de sentado y pienso que definitivamente ha valido la pena estar allí. Estoy tan feliz que no quiero que se acabe, quisiera decirles a todos que se alisten que empezaremos otra vez con nuevas poesías.
Sigue un mejicano, su cara de trascendencia y actitud, todo este tiempo han parecido que sera la poesía mas seria de la noche. En estructura tal vez, pero su historia de la administración parecía ir al cielo y ha llegado a una sala de juntas, el desvío sorpresivo engancha con la audiencia y abre paso ancho a los representantes de Colombia: Hugo Chaparro con hermosas y delicadas estrofas que en el acento de siempre me parecen menos sonoras, y finalmente William Ospina que vuelve a poner lo crudo sobre el tapete, y aparece otro desnudo en la gala.
Se acaba la gala, las expectativas de todos están cubiertas. Una noche deliciosa, una hora mágica, un recuerdo para guardar para siempre en mi memoria y la promesa de no abandonar nunca este género que hace vibrar todo tipo de sentimientos en mi.
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