Muchos papás creen que cuando sus hijos toman gusto por la lectura no hay que volver a leer con ellos.
Pero la verdad es que leer con los hijos, estrecha los lazos de la relación padres e hijos.
Estimular buenas ideas. Al relacionar los hechos de la historia con acontecimientos recientes, pueden surgir conversaciones interesantes, tambien se puede hablar de lo que haría cada uno si se encontrara en una situació así o si fuera alguno de los personajes, esto ayudará a trasmitir enseñanzas y valores en los niños.
Destapar sentimientos ocultos. Si un niño se aburre o se siente incómodo en ciertas partes de la historia puede ser porque algo le disguta o le trae un recuerdo de algo que no ha superado, es importante identificar que hay en la mente del niño para determinar si es un tema que se debe trabajar o si miedo pasar esa parte de la historia, o incluso invitarlo a hacer un cambio en esa parte de la historia.
Resolver los interrogantes. A veces surgen preguntas muy interesantes de temas en los que los niños desean aprender más, dependiendo de la intensidad de la pregunta, en ocasiones, la lectura del libro puede dejarse para el día siguiente y dar paso a una trascendental conversación.
Mejorar el Lenguaje. Siempre habrá palabras nuevas que el niño no conoce, si son pocas y es clave para entender el libro se puede parar y explicar de una vez, pero si es algo repetitivo o hay varios términos nuevos, vale la pena no parar el hilo de la lectura y dejar para el final la explicación. Cuando el niño lee mal la palabra, no se debe interrumpir enseguida porque esto le restará seguridad y lo desmotivará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario