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14 octubre 2011

Nunca sabremos la verdad

Hoy una anécdota puso a que varios raciocinios y relaciones se trataran de conectar en mi mente y con desparpajo reconozco que no logre llegar a ningún lugar.
Mi abuelita en nuestro paseo semanal, me comenta con insistencia que a sus hermanas debia ir a saludar. Tras la insistencia ya no con tanta docilidad ni sutileza he decidido llevarla a cumplir su propósito...
Menuda sorpresa al escuchar que también sus hermanas han estado muy inquietas durante toda la mañana tratando de verla a ella.
Una conexión espiritual? Una dimensión en la que se entra a cierta edad?
Para mi incomprensible, pero tierno, dulce y tan sorprendente como inexplicable.
No sobra contar que hablamos de mujeres de 93-100 años, lo que lo hace aun una historia muy especial!

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