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11 febrero 2011

TU NO SOLUCIONABAS NADA

Con mucha paciencia espere durante varias tardes 
que pasara la tormenta, 
que dedicaras el tiempo necesario a estar allá con ella.
Durante varios días, 
estuve esperando sentada, 
al principio me aburría lo confieso, 
pero pronto empecé a llenar mi alma, 
mi tiempo 
y finalmente mis ganas.


Luego pasaron unos días, 
aún no te desocupabas, 
yo había solucionado más problemas que los que tenía, 
tu aún no terminabas de solucionar nada.


Tuve nuevas necesidades
nuevos deseos
nuevas batallas,
finalmente
tu seguías invirtiendo tu tiempo sin solucionar nada,
sin pasar ni una página.


Rápidamente esto pasó a un mes, a dos meses,
y de repente
las ganas de esperarte
fueron olvidadas.
Llegaron otras actividades
otras confusiones
otras soluciones
y como tu continuabas sin solucionar nada....

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