Ayer describiste claramente aquel jugo que hiciste con esas naranjas rojas que te parecieron tan especiales.
Hoy me he levantado temprano, aun en medio de un poco de oscuridad, puedo recordar el relato y anhelar con tanto agrado, el momento del desayuno en que prepares para mi nuevamente un jugo con tus mejores naranjas.
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