Amanece Cartagena con una brisa atrevida, con una sonrisa en sus labios. Las ondas en su bahia quieren defenderse sin llanto, de aquella soberbia del planeta que no hemos cuidado tanto. Picara y complice de los mas firmes propositos y sueños emprendidos, quiere gritar con el calor de su viento que todo lo que hoy queramos lograr, lo demos por cumplido...
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